Cuando echamos la vista atrás en busca de recuerdos culinarios de la niñez nos vienen a la memoria los domingos en familia disfrutando de los sabrosos pucheros con compango de la abuela y el clásico bocadillo de chorizo, queso, jamón serrano o salchichón que nos daban para el recreo o para la merienda en compañía de nuestros dibujos animados favoritos.
El embutido artesano es un alimento que nos ha acompañado desde siempre, desde que el hombre prehistórico se vio en la necesidad de conservar más tiempo la carne fresca que sobraba tras la caza. Primero cortándola en tiras y secándola al sol, luego envolviéndola en grasa y más tarde, tras el descubrimiento del fuego, preservándola con ayuda del humo y la cocción del alimento.
Gracias al calor de las llamas, el hombre lograba conservar y almacenar en buen estado el excedente de carne para abastecer de alimento a su familia durante una larga temporada. No obstante, no fue hasta el descubrimiento de la sal en tierras orientales, hace aproximadamente unos 3000 años, cuando la carne pudo ser sazonada, condimentada y embutida por primera vez en tripa animal con el objetivo de mejorar su conservación.
El embutido en la Antigüedad
Como has podido comprobar tras esta breve introducción, el origen del embutido es casi tan antiguo como la propia existencia del hombre. Sin embargo, han sido necesarios una serie de factores y hechos históricos para verlo convertido en el manjar que degustamos hoy en día.
Tras los rudimentarios métodos utilizados por nuestros lejanos ancestros prehistóricos, el hombre ha seguido perfeccionando la manera de conservar la carne con el fin de alargar el máximo tiempo posible su consumo. La sal, condimento que los antiguos egipcios ya obtenían del desierto para sazonar, fue el principal motivo.
Por ejemplo, se sabe que en la antigua Grecia ya existía embutido. ¿La razón? Las numerosas alusiones que se hacen a este alimento en fragmentos de la Iliada y la Odisea de Homero. También en la primera etapa del Imperio Romano hay conocimiento de que se elaboraba y consumía carne embuchada para celebrar rituales relacionados con la fertilidad y el paganismo y que los propios romanos fueron los encargados de dar paso a su comercialización con la apertura de las primeras carnicerías.
Evolución histórica del embutido hasta nuestros días
Durante la Edad Media, las carnes condimentadas con diferentes especias y hierbas aromáticas introducidas en tripas naturales de animal también se hicieron muy populares. En aquellos tiempos, al igual que ocurre hoy en día en muchos pueblos de Zamora, las familias eran las encargadas de criar a los cerdos para luego celebrar la tradicional matanza, momento en el que se aprovechaba toda la carne del animal para luego elaborar y almacenar el embutido que alimentaría a todo el clan familiar durante un año entero.
La llegada de las máquinas durante la Revolución Industrial y el gran avance tecnológico experimentado en el pasado siglo XX sirvieron para aumentar exponencialmente la producción de carne y mejorar la calidad y conservación del producto a través de una perfecta combinación entre técnicas artesanales y de vanguardia.
En la actualidad, la tendencia pasa por mantener esta misma línea de producción, que consiste en criar al cerdo en un entorno natural con pastos de primera calidad y en combinar el uso de las nuevas tecnologías para mantener la esencia del embutido y mejorar su sabor y aroma tradicionales.
La elaboración artesana: clave en el sabor de Ele embutidos
Desde que Embutidos Ele diera sus primeros pasos en 1965 tuvimos claro que era necesario centrar todos los esfuerzos en preservar los métodos de elaboración artesanal. Es la única manera de criar a los mejores cerdos y de conseguir embutidos con sello de calidad certificada y un sabor único. Por ello, seguimos procesos de elaboración tradicionales, los cuales tienen como base los siguientes puntos:
- Nuestra fábrica se encuentra en el municipio zamorano de Rosales del Pan porque se dan las condiciones climáticas idóneas para la curación de la carne.
- Elaboramos nuestros embutidos con carne de cerdos alimentados con piensos y cereales de nuestros campos.
- Realizamos una selección exhaustiva de las mejores especias para el embutido.
- Utilizamos secaderos naturales para el proceso de curación artesanal deseado.
- Todos los productos fabricados (chorizo, panceta, salchichón, papada, lomo, jamón y cabecero de lomo) carecen de gluten.
Conclusión
Aunque el embutido haya ido evolucionando con la ayuda de la tecnología y adaptándose a las necesidades de cada época, lo cierto es que los piensos con los que se alimenta a los cerdos y el mantenimiento de procesos artesanales son los que realmente ayudan a preservar el sabor tradicional de nuestras carnes. Por esa razón, el que prueba por primera vez los embutidos y chorizos zamoranos no los olvida jamás. Y tú ¿a qué esperas para degustar Ele Embutidos? ¡Repetirás!